Es un mineral de la clase de los óxidos. Su composición química es óxido de aluminio, con fórmula Al₂O₃. Su color puede ser incoloro, gris o presentar tonalidades como azul, rojo, amarillo o verde según las impurezas, dando lugar a variedades gemológicas como el zafiro o el rubí. Tiene brillo vítreo a adamantino y una dureza muy alta, de 9 en la escala de Mohs, siendo uno de los minerales más duros conocidos. Presenta fractura irregular o concoidea y carece de exfoliación marcada. Puede ser translúcido o transparente en ejemplares puros. Cristaliza en el sistema trigonal. El nombre proviene del sánscrito kuruvinda, que hacía referencia a los rubíes. En España aparece en pequeños yacimientos en Galicia, Extremadura y los Montes de Toledo, aunque no es abundante. A nivel mundial destacan los depósitos de Birmania (Myanmar) y Sri Lanka. Sus principales usos son gemológicos (rubí y zafiro) y como abrasivo industrial debido a su dureza
