Es un mineral de la clase de los cromatos. Su composición química es cromato de plomo, con fórmula PbCrO₄. Su color característico es rojo anaranjado, rojo bermellón o naranja intenso. Tiene brillo adamantino a vítreo y una dureza de 2,5 a 3 en la escala de Mohs. Presenta fractura irregular o concoidea y exfoliación pobre. Es translúcida o transparente y aparece en cristales prismáticos, aciculares o en agregados columnarios, a menudo bien definidos. Cristaliza en el sistema monoclínico. Su nombre proviene del griego krokos, que significa azafrán, por su color intenso. En España es muy rara, aunque se han hallado ejemplares en antiguas minas de plomo en Murcia y Córdoba. A nivel mundial destacan los yacimientos de Australia y Rusia. Sus principales usos son como mineral de colección y, en el pasado, como fuente de pigmentos a base de cromo, aunque actualmente no tiene aplicaciones industriales relevantes.
