Es un mineral de la clase de los sulfuros. Su composición química es sulfuro de cobre, con fórmula Cu₂S. Su color suele ser gris plomo a negro, con brillo metálico. Tiene una dureza media-baja, entre 2,5 y 3 en la escala de Mohs. Presenta fractura concoidea o desigual y puede aparecer masiva, granular o en cristales escasos. Es un mineral opaco y buen conductor eléctrico debido a su contenido metálico. Cristaliza en el sistema monoclínico. El nombre proviene del griego khalkós, que significa cobre, en alusión al metal que contiene. En España se encuentra en yacimientos de Huelva, como la Faja Pirítica Ibérica, así como en otras zonas minerales del suroeste peninsular. A nivel mundial destacan los depósitos de Estados Unidos y Chile. Sus principales usos se centran en la obtención de cobre metálico, siendo un mineral de gran importancia económica en la industria minera y metalúrgica.
