Es un mineral de la clase de los haluros. Su composición química es fluoruro de calcio, con fórmula CaF₂. Su color es muy variable: puede ser violeta, verde, azul, amarillo, rosa, incoloro u otras tonalidades, dependiendo de impurezas. Tiene brillo vítreo y una dureza de 4 en la escala de Mohs. Presenta exfoliación octaédrica perfecta y fractura irregular. Suele ser translúcida o transparente y puede mostrar fluorescencia bajo luz ultravioleta. Cristaliza en el sistema cúbico o isométrico, a menudo formando cubos u octaedros bien definidos. El nombre proviene del latín fluere, que significa “fluir”, por su uso histórico como fundente en metalurgia. En España se encuentra especialmente en Asturias (Mina La Collada y otras), así como en localidades de Asturias, Cantabria y Granada. A nivel mundial destacan los yacimientos de China y México. Sus principales usos incluyen la obtención de ácido fluorhídrico, la industria siderúrgica como fundente, la fabricación de vidrios y esmaltes, y usos ópticos y ornamentales.
